miércoles, 30 de abril de 2008

ID: Unidad de la Iglesia



Muchas veces he oído la misma crítica hacia la Iglesia, referida a la unidad a la que Cristo nos llamó. Todos los cristianos deberíamos preguntarnos qué hacemos por conseguir acercarnos más a ese ÚNICO núcleo común: JESUCRISTO RESUCITADO.

Es cierto que en la Iglesia hay muchos senderos, pero no hemos olvidar que todos conducen al mismo destino: La Vida Eterna en la Santa Trinidad.

Todos tenemos que trabajar en este campo, porque según vivamos nosotros, así conocerá el mundo a Jesús. Es mucha la responsabilidad, pero una AYUDA tremenda para la conversión del día a día.

No tendríamos que conformarnos con ir a misa los domingos, sino en vivir esa Eucaristía todos los días. Pienso, que si cada día nos levantaramos callendo en la cuenta de que nuestro Padre está toda la jornada observando cada paso que damos, nos sería muy díficil decirle que NO; que hoy no quiero que me acompañes en mi caminar. Del mismo modo, al acostarnos, en esos momentos en los que estamos realmente solos con Él, como María ante la CRUZ, si nos acordásemos de darle gracias por no apartar sus manos de nuestra cabeza, y pedirle aquello que anelamos y consejo para el mañana, conseguiríamos a paz y tocar (un poquito al menos) el Cielo. Dicen los espertos que, con lo que te acuestes en la cabeza por la noche, con eso mismo te levantas.


PAZ y FELIZ PASCUA.

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